1 de noviembre de 2011

Cultura organizacional, es la base del progreso de las empresas.


La buena gerencia combinada con estrategias comunicacionales efectivas permitirá el camino hacia el éxito económico.

Ana Corredor y Yuslary Vizcaíno (*)


Desde sus inicios todas las organizaciones por más pequeñas que sean y por más recientes que estén, desarrollan una manera peculiar de realizar las cosas y alcanzar sus objetivos.

Se debe entender primeramente lo que es una organización. Según el Ed Shein “es la coordinación racional de las actividades de un cierto número de personas que intentan conseguir una finalidad y objetivo común y explícito mediante la división de funciones y del trabajo, a través de una jerarquización de la autoridad y la responsabilidad”.

Ahora bien, ¿qué se entiende por cultura? Siempre nos han hecho saber que la cultura es aquello que identifica y diferencia a unas naciones, conglomerados sociales o personas de otras, en el ámbito de las organizaciones el concepto mantiene la esencia pero se modifica de cierta manera, para Horacio Andrade Rodríguez de San Miguel en su ensayo Cultura Organizacional, administración de recursos simbólicos y comunicación, “ Cultura es el conjunto de valores y creencias comúnmente aceptados, consciente o inconscientemente, por los miembros de un sistema cultural” .

Estos conceptos estrictamente relacionados, cultura y organización se asocian al desarrollo de una empresa, ¿de que manera? ¡De muchas! Están intrínsecamente vinculados el uno con el otro, el desarrollo de una organización dará sus primeros pasos en la medida en que esta esté consolidada y a su vez esté arraigada su cultura, esta se encuentra desde la manera en como la secretaria recibe a los visitantes y se extiende hasta si el presidente o el gerente de la organización le da a sus empleados los buenos días. Todo, absolutamente todo, forma parte de la cultura organizacional, hasta la manera en como se relacionan los empleados. Quienes dependiendo del nivel del compromiso que mantengan con la cultura organizacional mantendrán una relación abierta y amena con quienes están a su alrededor, sin embargo, si este nivel de empatía es mínimo, se evidenciarán relaciones interpersonales problemáticas, cada quien se limitará a realizar su trabajo y el lenguaje corporal (pieza importante) nos indicará que algo está ocurriendo.

En estas circunstancias, los medidores de cultura son bastante útiles; para investigar y diagnosticar los niveles de cultura, Geert Hofste propone, obtener indicadores:

“utilizando herramientas apropiadas: análisis factorial, análisis de correlación, análisis de contenido. Algunos estudios emplean mediciones cuantitativas utilizando cuestionarios y encuestas; otros mediciones cualitativas basadas en entrevistas individuales o grupales en profundidad, relevamiento de historias de vida, identificación de metáforas. Pero ambos enfoques deben utilizarse simultáneamente y apuntar al mismo objetivo: encontrar manifestaciones visibles de comportamiento relacionadas con un programa.”


Partiendo del análisis de los resultados podremos determinar cual es el tipo de cultura organizacional que priva dentro de la empresa o a cual se aproxima.

Hoy día parece ser esencial diseñar organizaciones aplanadas, con fuerte determinación a la hora de tomar decisiones entre sus miembros componentes (algo de lo que algunos autores denominan “espíritu empresario”) La Fuerte estructura organizacional establecida desde los inicios, donde el gerente era quien tomada las decisiones y los demás eran simples delegados, ha cambiado en las últimas décadas, ahora los empleados tienen participación activa en la toma de decisiones, se ha roto esa rigidez empresarial, como expresa Vallenilla Solórzano, Freddy.(2006).Cultura organizacional y posmodernidad. Una aproximación al caso Venezuela, 3.

“Repentinamente las organizaciones están pasando de una época en la cual el orden pertenecía al sistema y era necesario aceptar las reglas de una nueva era en donde el sistema ha sido subordinado a las fuerzas de las diferencias individuales. Los movimientos de reivindicación de diversos grupos están reclamando sus derechos que afectan no solamente definiciones existenciales de organizaciones sino también los patrones conductuales, y una verdad de la realidad que pasa rápidamente y ha puesto en jaque mate a la organización burocrática, mientras disemina los centros de poder, incorporando las visiones individuales”.

Los cambios en el ámbito organizacional surgen de la necesidad empresarial, de valorar todo lo que influye en ellas, como un todo, sin dejar papeles sueltos que en un momento determinado pueda estar en su contra, por lo que se implementan medidas racionales que conlleven a mejorar su entorno, la percepción interna y externa que como organización refleja, la respuesta a esa disyuntiva es la cultura organizacional la cual a través de los años y de diferentes experiencias ha demostrado que las organizaciones pueden adecuarse y cambiar en conjunto combinando adecuadamente el hecho de valorar al factor humano, quien junto con la organización es capaz de adaptarse.

¿Es sinónimo de cultura organizacional, buena gerencia? Sí, considerando que una empresa es un conjunto de personas con un fin común; que reflejan, organización, compromiso, orgullo, estabilidad y lealtad. La cultura organizacional no es producto de la casualidad, si no de la causalidad, no nace, se hace, se fabrica, con paciencia; proveer de uniformes a los trabajadores es señal de organización, pero el orgullo con el que se lleva es cultura organizacional y depende de la persona o las personas (gerentes) con visión y convicción para alimentar y enaltecer sin menoscabo de ninguna de las partes, esos valores institucionales y personales que darán como resultado el compromiso agradable y sincero de pertenecer a una organización.

Así mismo tiempo es importante resaltar adecuada combinación entre altos niveles de orientación al personal y altos niveles de orientación a los resultados, lo cual implica dirección estratégica, visión, compromiso, consistencia, trabajo en equipo, adaptación a los cambios, comunicación interna fluida y una alta preocupación por el desempeño tanto individual como grupal.

Finalmente la única garantía del éxito es compromiso de cada uno de los empleados, con el trabajo que diariamente deben realizar y es responsabilidad de la empresa laborar para que ellos día a día se sientan identificados con lo que hacen y para quien lo hacen, para que se sientan orgullosos de pertenecer a esa organización.


(*) Cursantes del 9no. período de Comunicación Social, Mención Organizacional. de la Universidad Católica Santa Rosa. Caracas, Venezuela

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