7 de julio de 2011

Youtube como herramienta comunicacional para las organizaciones modernas


Alejandra Chirinos y Kuilan Mavares (*)

Video Reportaje acerca del uso de Youtube como herramienta comunicacional para las organizaciones modernas realizado, por Alejandra Chirinos y Kuilan Mavares, cursantes del 9no. período de Comunicación Social, Mención Organizacional. de la Universidad Católica Santa Rosa. Caracas, Venezuela.

Para ver el video pulsa aquí.

Impresión Imperceptible: No se puede palpar, pero si se puede medir



Gislayne Conde y Crismar Lujano (*)


En el momento que se plantea la reputación y el prestigio corporativo, se crean dos matrices de opinión en base a cada concepto, cuando en realidad, la reputación y el prestigio van de la mano, como aspectos imperceptibles, por no ser táctiles pero si ampliamente medibles.

En el acontecer cotidiano, el consumidor toma muy en cuenta ambos elementos a la hora de disfrutar algún producto o servicio brindado por las diferentes organizaciones, pero realmente se imagina el sin fin de trabajo que conlleva posicionarse y no solo eso, sino también poseer un renombre lo suficientemente pomposo para ser catalogados como una empresa de reputación y prestigio.

Detrás de cada organización, hay un sinfín de procesos comunicacionales para el tratamiento de la identidad corporativa, es una gestión ardua y que también posee muchos riesgos, y de ser llevada a feliz término, será o no determinante en la apreciación de los diferentes públicos.


Reputación y prestigio en el mundo

Lo cierto de esto, es que los grandes procesos de globalización y lo que hoy es llamado por Miguel Antezana en su artículo para diario el mundo, reputación digital (web 2.0 3.0), ciertamente brindan estrategias comunicacionales muchos más amplias, que unos cuantos años atrás. Sin embargo no todo puede ser positivo, ya que este amplio esquema que pueden dar ambos procesos, en algunos casos llegan a escaparse de las manos de las organizaciones, creando consecuencias negativas, ya que los rumores van y vienen y suman o no puntos a la tan anhelada reputación y prestigio corporativo.

He aquí la travesía a la que algunas empresas deben hacerle frente, con todo su equipo de trabajo para lograr llenar las expectativas de los clientes. Por ello se deben hacer las cosas bien y explicar que se están haciendo bien, tal y como lo explica la Revista de Antiguos Alumnos del IESE para España, crear ese encuentro con la razón de ser de la organización. Esto en busca de lazos de confianza con los consumidores, para construir una barrera fuerte e inquebrantable, esto garantizará el éxito.


Casos y vivencias reales

Reputación y prestigio, palabras hondamente asociadas las cuales indican en primer instante calidad. Pensemos por un momento en la última vez que utilizamos algún servicio fuera, un autolavado, un taller mecánico, un restaurante, incluso una discoteca. Ahora pensemos un poco como elegimos esos prestadores de servicios. En la gran mayoría de los casos se coincide que fue a través de una recomendación familiar o de algún amigo, o el uso de la experiencia anterior. De modo que si fue así el “contrato” se baso en la reputación.

Como bien lo dijo William Shakespeare: “El más puro tesoro al que puede aspirar un ser humano en estos tiempos es a una reputación sin mancha, que le sobreviva. Los hombres son como cerámica dorada o barro pintado”

El proceso de creación de ambos conceptos dentro de una organización es vital ya que son la clave fundamental del crecimiento puesto que ejercen influencia a la hora de elegir, comprar, invertir, inclusive trabajar en ellas. De modo que la reputación y el prestigio organizacional son valores intangibles que ejercen papel primordial, representan una carta ganadora que nos hace respetables.

Organizaciones como Procter & Gamble, Empresas Polar, Adidas, CocaCola, Chevrolet, sólo por nombrar algunas, son literalmente tan buenas como el oro, no solo porque lo parezcan, sino porque de verdad lo son. Han adquirido tal fama gracias a su propia esencia basadas en su cultura y filosofía sistemática y conscientemente definidas, lo que deriva una identidad y da un valor agregado, además de no demarcar diferencias significativas en el ser y el parecer.

La reputación y el prestigio se pueden definir como el efecto del engranaje casi perfecto entre los principios fundamentales de la estrategia, las operaciones y los resultados formales de las empresas, sin embargo vale acotar que estos conceptos manejan un factor emocional de relevancia, sensaciones buenas o malas y la confianza que bajo estrictos niveles de excelencia han logrado la familiaridad y compromiso por parte de los consumidores y clientes potenciales de una organización.

Veámoslas como parte del capital espiritual organizacional que contiene un valor, muchas veces invalorable. Por eso aquel dicho tan famoso “Cría fama y acuéstate a dormir”.


(*) Cursantes del 9no. período de Comunicación Social, Mención Organizacional. de la Universidad Católica Santa Rosa. Caracas, Venezuela