5 de julio de 2010

Responsabilidad social empresarial y su valor para las Organizaciones



Allan Arguinzones y Francis Liendo (*)


Partiendo del concepto de organización concebido por Stephen Robbins en el año 1999, como una “unidad social coordinada conscientemente, compuesta por dos o más personas, que funciona con una base de relativa continuidad para lograr una meta común o una serie de metas”, podemos entender con mayor claridad el fundamento esencial de las empresas u organizaciones y su compromiso con el sector social, ya sea interno o externo.

A lo largo de la historia, se evidencia como grandes empresas han tomado muy en serio ese compromiso, e incluso se han consolidado como organizaciones cuyo principal objetivo es el de responder directamente a las necesidades de la localidad. Empresas como Polar, Banesco y Fundación Cisneros son algunas de las compañías que han manifestado su soporte, ofreciendo soluciones a los problemas más relevantes del contexto social de los cuales forman parte.

Ahora bien, este actuar y este accionar de las organizaciones dentro de la colectividad, es debido a que empresarios y gerentes han tomado conciencia y se han sensibilizado ante la verdadera realidad que encierra la sociedad de hoy y es así como nace en un principio la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que, según la Unión Europea, en julio de 2001, definió en el Libro Verde. Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas como “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”.

Es por esto que las empresas ya no sólo tienen una función económica sino también social. Desempeñar un papel sumamente importante entre las personas, generando además de empleos, un desarrollo en la comunidad donde están insertos, es también una responsabilidad subyugada en su naturaleza. Sin embargo, hay otros factores que, en conjunto con la RSE, mejoran los servicios que promocionan, incrementando favorablemente la imagen de dicho negocio. La misión, visión y los valores de la organización son determinantes dentro de este proceso de inclusión en los conflictos que viven las audiencias y que la misma empresa puede dar solución.

Hoy en día, el éxito económico no depende únicamente de una estrategia de aumento al máximo de los beneficios, sino de tener en cuenta el fomento de su responsabilidad social y la protección del medio ambiente, así como los intereses de los consumidores.

Actualmente la Responsabilidad Social Empresarial se ha convertido en una herramienta de negocios, puesto que le otorga a las organizaciones la lealtad y el reconocimiento por parte de los consumidores. Todo esto generando un nuevo enfoque en la manera de hacer negocios, en el que el fundamento de la empresa es convertirse en un motor de desarrollo económico, de manera ética y socialmente responsable, sin priorizar el beneficio o la utilidad económica de la inversión sobre aspectos reprochables desde un punto de vista social.

Cada vez son más las empresas que se involucran en iniciativas sociales, con la idea de que el éxito del negocio depende tanto de contar con un buen producto o servicio, como de preocuparse por la comunidad a la que se dirigen.



(*) cursantes del 9no. período de Comunicación Social, mención organizacional, en la Universidad Católica Santa Rosa (UCSAR)

1 comentario:

Entorno U dijo...

Muy buena publicacion compañeros, felicitaciones!